El Goluhmo.

miércoles, 12 de mayo de 2010

Canción de desamor.


Hoy resuenan para mí
esas campanas de duelo
que sonaron otras veces
para los que ya están muertos.
Esos que no vuelven nunca,
esos que se rindieron.

No para de palpitar, pero
mi corazón está yerto;
le quitaron tu cariño,
le robaron su alimento.

Mis ojos, que contemplaron
todo el azul del cielo,
si no es para ver los tuyos
ya no quieren seguir viendo.

Mis oidos, sin tu voz,
no escucharán mas que el viento,
que se lleva tus palabras,
tus sonrisas, tus silencios.

Mi boca ha de quedar muda.
¡Para qué seguir diciendo!
Si se abre en un suspiro
es para susurrar: "Te quiero".

Te quiero.
Tú ya sabes que te quiero.
Y te he de querer mientras viva,
incluso después de muerto.

A la eternidad, conmigo,
me llevaré tu recuerdo,
pues cuando todo se acaba
 sólo queda el sentimiento,
y ese no pueden cambiarlo
ni el hombre,
¡ni Dios!,
ni el tiempo.

    Chinas.                                                                                              

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